sábado, 26 de enero de 2008

LAS FRONTERAS DE LA EDUCACIÓN


LAS FRONTERAS DE LA EDUCACIÓN
Por un Nuevo País: "... el fundamento verdadero de la felicidad: la Educación" (Simón Bolívar, Octubre 1825)

En días pasados llegó a mis manos un extraordinario trabajo de investigación socio educativa del Dr Francisco Gutiérrez, donde éste se planteaba como hipótesis a desarrollar el tipo de educación bajo el cual deberíamos preparar nuestras presentes y futuras generaciones, para así aspirar a un mundo mejor. En tal sentido, afirmaba este investigador, hemos llegado a un "punto crucial", donde donde no hay economía sustentable, sin una ecología sustentable. No hay bienestar, sin consciencia propia.

El ser humano debe reencontrarse con sus propias raíces, volver a sus valores originarios, y ver el mundo desde una óptica más holítitica, menos materialista. Por ello, cada vez más se observa una una tendencia creciente, independiente de posiciones políticas e ideológicas, acerca de que existe una relación concreta existencial, entre nuestras maneras de ser y la calidad del mundo en que vivimos.

Bien sabemos que la humanidad está inmersa en un proceso de profundas transformaciones y cambios. El daño hecho al planeta tierra por obra del hombre, y la dominación del hombre por el hombre, nos ha llevado a situaciones insostenibles. Y por tanto, hemos de prepararnos para grandes cambios paradigmáticos, en virtud de la inminencia de terribles situaciones de crisis planetaria, y de grades transformaciones sobre la faz del planeta Tierra. Crisis de energía, alimentación y agua serán el común denominador de todas las situaciones de confrontación mundial. Por ende, la pugna ya no será por el poder, sino por la supervivencia.


Y dentro de este contexto, bien podríamos recordar que la próxima guerra mundial, en la cual ya estamos inmersos, y que es la guerra de cuarta generación, será la guerra de la información. Y esta guerra, que por ahora la estamos perdiendo, solo será posible librarla mediante la verdadera y mayor revolución, que es la revolución de la consciencia. Y que para ello, justamente, serán la educación conjuntamente con la información, los elementos clave y determinantes para la conciencia y liberación espiritual y material del ser humano.


Ciertamente, la educación que necesitamos, desborda los estrechos límites de la educación histórica formal que todos tenemos. Sistema de valores centrado en la lógica de la competencia y la acumulación; tanto como en la producción ilimitada de riqueza, sin consideración a los límites de la naturaleza y a las verdaderas necesidades de los seres humanos. Pensamos que allí subyace el eterno dilema entre Bienestar Económico Vs Desarrollo Social. Como lo ha sido, al menos, por durante al menos 500 años. E independientemente de las épocas, esta es la contraposición implícita entre los valores postulados por el sistema capitalista neoliberal Vs sistema de socialismo globlal.

Todas las tesis sobre la educación para el futuro, indican la necesidad de un cambio profundo de nuestra visión del mundo. De alguna manera hemos pasado de un “paradigma de relojería” en donde todo estaba mecánicamente predeterminado, fijo y lineal, a uno mucho más abierto, flexible, holístico y ecológico que exige de todos una transformación fundamental de nuestros pensamientos, de nuestras percepciones y de nuestros valores. Este pensamiento del paradigma emergente lleva consigo un cambio de mentalidad y consiguientemente una profunda modificación de la mayoría de las relaciones sociales, así como de las formas de organización. Un cambio que va mucho más allá de las medidas superficiales de reajustes económicos y políticos tomados en consideración por los dirigentes actuales.
No podemos interpretar, entender el mundo, hablar del mundo, sin llegar a entendernos a nosotros mismos. Esta conciencia es la que nos obliga a examinar dentro de nosotros mismos las fuentes de la violencia y a descubrir estilos de vida cualitativamente distintos. Hay una tendencia creciente, independiente de posiciones políticas e ideológicas, de que existe una relación concreta existencial mutua entre nosotros, nuestras maneras de ser y la calidad del mundo en que vivimos.


La profundidad de los cambios globales que con tanta rapidez se suceden en esta primera década del siglo, la acumulación tecnológica basada en la intensidad del conocimiento; la automatización y robotización de la producción; la transnacionalización del comercio; la revolución de la informática, de la biotecnología y de las telecomunicaciones ponen de manifiesto que la historia de la humanidad ha entrado en una etapa sin precedentes y con imprevisibles repercusiones para las sociedades en el siglo XXI.
Este nuevo escenario mundial que implica la pérdida del paradigma que presidia nuestro accionar hasta el momento, significa por lo mismo un espacio enédito que requiere de nuevas respuestas en todos los órdenes, político, económico, ecológico, cultural y muy en especial en el educativo. El futuro de la educación depende de la capacidad que tengamos de asumir el desafío frente a “los nuevos modos de ser, de sentir, de pensar, de valorar, de actuar, de rezar”, que necesariamente conllevan, según Leonardo Boff, “nuevos valores, nuevos sueños y nuevos comportamientos asumidos por un número cada vez mayor de personas y comunidades”.

En la actualidad son las ciencias humanas las que aportan la contribución más débil al estudio de la condición humana… Debemos interrogar al ser humano desde su doble naturaleza: biológica y cultural. Ahora, el dilema: Rediseñar todo el sistema educativo de la humanidad, ó Dejar que las cosas sigan su curso, y solo pensar sobre cómo van a ser las nuevas estructuras para que, cuando por fin se desmoronen las antiguas, estar preparados para cuando tengamos que reemplazarlas. Parte de la dificultad que ahora enfrentamos es presenciar el derrumbe de la estructura antigua y no tener nada de nuevo para sustituirla.

Particularmente estoy seguro que las nuevas estructuras van a ser ecológicas. Ese, creo, además, será el modelo, en toda disciplina académica. Los pensadores de vanguardia son gente de sistemas. De la ecología y de la teoría de sistemas es de donde están naciendo las nuevas estrategias. La ecología habrá de ser el corazón de lo que va ser la nueva educación. La historia nos observa,..


CARLOS BARRETO CABALLERO/ porunnuevopais@gmail.com/ http://carlosbarretocaballero-porunnuevopais.blogspot.com/

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