domingo, 6 de enero de 2008

DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA AL SOCIALISMO GLOBAL


HACIA UN NUEVO MODELO DE SOCIEDAD EN VENEZUELA




(Apuntes para la Reflexión/ Breve Ensayo)



Contexto Histórico





  1. Derrumbe del Modelo Económico Neoliberal



  2. Hacia un Socialismo Global en el continente latinoamericano



  3. Un nuevo Modelo Productivo u otro Pacto Social.



  4. Reforma Constitucional ó Asamblea Constituyente.



  5. Paradigmas del nuevo Modelo de Sociedad



  6. Bases de la nueva Economía Social Globalizada ó Socialismo del Siglo XXI
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    “ La existencia de un gobierno de orientación socialista no supone ni implica que estemos ya en el socialismo ... En Venezuela existe hoy una transición transformadora de las terribles condiciones dejadas por el colapso del capitalismo rentista neoliberal”.Francisco Sanz/ 2006

Contexto Histórico



A partir de este tiempo en Venezuela, año 2007, ahora en la etapa post electoral, se abre una nueva perspectiva en el escenario político y socio económico nacional. Es indudable que con la clara, contundente e histórica relegitimación de Chávez en el poder, se preludia una perspectiva digna del mayor y más concienzudo análisis acerca del devenir político, económico y social de Venezuela y la Región Latino y Centro Americana y del Caribe. Los propios Estados Unidos de América, aparentemente y por ahora, han convenido en que el “Huracán Chávez” vino para quedarse por un buen rato y que difícilmente ahora podrán deslegitimarlo mediáticamente ó deponerlo por vía de artificios soterrados, promoviendo e insuflando de recursos a una Oposición política torpe, amoral y genuflexa, sin Proyecto propio de país, como lo han intentado hasta el pasado reciente; ó sencillamente intentar imponer su hegemonía militar impunemente y sin mayores miramientos, bajo riesgo en contrario de desatar una hecatombe nacional y mundial de consecuencias sencillamente impredecibles. Y eso queda cada día más claro, para propios y extraños, y ante la mirada atenta y vigilante de los organismos e instituciones internacionales.



En tal sentido, Venezuela, a través de una acción personalísima del Presidente Chávez, quién de hecho se ha convertido en un Supercanciller, viene desarrollando una diplomacia de Estado, orientada principalmente a la reivindicación de los principios de soberanía, independencia y auto determinación de los pueblos; diplomacia desarrollada sobretodo en el área de la geopolítica y energética internacional, utilizando nuestro recurso energético como eficaz arma de negociación, en aras de promover las bases y fundamentos que propendan a la creación de sociedades más justas, equitativas y solidarias; donde prevalezca el desarrollo integral del individuo, antes que el lucro meramente económico sin retorno social, como paradigmas de este nuevo modelo de sociedad ó nuevo orden social. Diplomacia ésta que, prácticamente, le está garantizando a Venezuela su pervivencia socio - económico - política dentro del concierto económico – energético internacional y así, jugar un rol determinante desde ahora y en los nuevos tiempos para la conformación de los nuevos bloques de poder en el mundo.





PARADIGMA UNIVERSAL DEL NUEVO SOCIALISMO Ó SOCIALISMO DEL SIGLO XXI


Hoy las economías y sociedades latinoamericanas están despertando a su propio destino. Ello no se debe necesaria ni exclusivamente a la elección de gobiernos democráticos de orientación izquierdista. Más bien, esto es producto de ese despertar colectivo de los pueblos a su propio destino; y por ello, refleja en su conjunto un proceso histórico y una oportunidad única y trascendente, para el continente y el mundo en desarrollo, para dar el gran paso hacia un nuevo modelo social, impuesto por la fuerza del soberano, pero mediante la vía consensual. Ello se hará posible a través de gobiernos democráticos, libres y autónomos, con claro sentido nacionalista, cuyas economías puedan ser encauzadas hacia un socialismo globalizado, mediante profundas reformas políticas e institucionales, con la acción participativa y concurrente de los diferentes factores de trabajo y producción, y con la mano orientadora y protectora del estado. Pero, sobre todo, con un claro sentido de propósito común, sociedad – estado, en cuanto a que el Hombre, el individuo, es el principio y el fin de toda acción económica y social. Esto bien pudiéramos decir que es el paradigma universal de lo que se ha dado en llamar el Socialismo del siglo XXI.



Dentro de este contexto, presentamos el caso Venezuela. En el caso de Venezuela, hemos coexistido por décadas dentro un estado rico y una sociedad pobre, profundamente pobre. Dado que luego de décadas de coexistencia de un modelo de sociedad capitalista neoliberal, un capitalismo privado coexistiendo y siendo promovido por un capitalismo de estado, bajo el esquema de un estado paternalista, dadivoso y protector, corrupto y corruptor, inspirado en lo más perverso de la doctrina económica del neoliberalismo; y una empresa privada monopólica u oligopólica, donde el lucro económico ha sido la única motivación; con un tipo de empresa privada sin mayor sentido social, ni acción cierta reivindicativa del factor trabajo como factor fundamental en el hecho productivo; todo ello produjo un país pobre, profundamente pobre, donde imperaba el factor monetario como principal paradigma societario y como único vehículo válido de movilización social, y donde las grandes mayorías, generalmente las más desasistidas, estaban condenadas a ser cada día más pobres y excluidas de los beneficios provenientes de la renta petrolera, y de la estructura misma de la sociedad, al punto de ni tan siquiera tener acceso a los más elementales servicios públicos de salud, educación, alimentación y vivienda.


Así, en el caso Venezuela, este fue un modelo de sociedad capitalista neoliberal basado en la exclusión, ignorancia, pobreza y marginalidad; transculturación y enajenación societaria; donde prevaleció y aún persiste, el paradigma del lucro, como única vía válida para la movilización social; donde en aras de las mal llamadas libertades públicas, dentro de regímenes de “democracia representativa”, se le confiscó hasta el derecho a la esperanza a más del 70% de las próximas generaciones de venezolanos;....................; dentro de ese contexto, en Venezuela arriba democráticamente al poder un gobierno nacionalista y popular, de arraigado ideario bolivariano, que luego de 8 años continuos en el poder, ha dado pasos muy importantes en pos de la creación de un nuevo modelo de sociedad; sociedad basada en principios de igualdad, justicia y solidaridad; donde el estado juegue un papel importante en la inclusión social y en la promoción de una nueva economía, autogestionaria, mutualista, productiva y competitiva, de mercado y global,....., pero con profundo acento social.



Dentro de este contexto, el gobierno venezolano ha venido dando pasos ciertos y consistentes en la dirección de crear un nuevo modelo de sociedad, basado en nuevos y mas justos paradigmas de vida, donde el individuo, el ser humano, sea el principio y el fin de todo el hecho económico y social de la nación. Con esta orientación y luego de darle prioridad a los cambios políticos e institucionales en los primeros tres años de gobierno, pasando por Asamblea Nacional Constituyente y la consecuente reforma del estado venezolano; luego de varios procesos eleccionarios para elegir y/ ó legitimar las autoridades del estado venezolano; pero también pasando por serias escaramuzas políticas y golpes de estado; paros petroleros y patronales terroristas y demás presiones mediáticas, explícitas y veladas, de los enemigos internos y externos de este proceso de revolución del país; Venezuela avanza por un proceso de revolución social democrática, inédito en el mundo, exhibiendo además una gran solidez política, económica e institucional; con unos poderes públicos autónomos, sobre todo un poder electoral digno del mayor émulo y reconocimiento internacional; con resultados ciertos de mejoramiento del bienestar social de la población y con unos índices macro económicos bastante satisfactorios; todo ello, dentro de una bonanza fiscal petrolera y no petrolera, equilibrio monetario y cambiario adecuados; políticas comerciales y de precios ajustadas a la orientación económica del modelo al cual se quiere transitar;........., pero donde ha prevalecido el individuo, como factor principal de las políticas públicas del estado venezolano. Así, si bien se consolida actualmente un ciclo de crecimiento económico sostenido y sustentable, de más de 36 meses consecutivos, se ha prevalido la inversión social, como paradigma principal del nuevo modelo de economía y de sociedad hacia el cual se quiere transitar.


La tasa de crecimiento económico al cierre de 2005 (9,3%) fue superior a la meta establecida y precedida en el 2004 por un 17,9%; la de inflación (14,4%) inferior a la prevista y con un superávit global de US$ 5 mil 457 millones en la balanza de pagos, lo que condujo a un nivel de reservas internacionales brutas de US$ 30 mil 368 millones al cierre del año 2005. El crecimiento sostenido, revalidado durante los dos semestres de 2006 (9,6%), próximos a su cierre de ejercicio fiscal, reflejan que la economía venezolana crece de manera sostenida, significativa y generalizada por tres años consecutivos.


Pero estos logros económicos no nos animan por sí solos pues no tienen sentido si se limitan al estrechísimo código economicista neoliberal, cuya implantación es rigurosamente incongruente con la extrema desigualdad en el reparto de recursos y oportunidades en nuestro continente, y ese es el verdadero problema que soslaya cualquier obseso neoliberal que sigue pregonando el vedado credo del “goteo”. Venezuela rompió esa trampa discursiva y los indicadores de pobreza están quedando como datos históricos. La CEPAL reconoce los efectos del crecimiento económico en la disminución del desempleo (11,4% en 2005 descendiendo 2,5 pp. con respecto a 2004) y en la recuperación de las remuneraciones reales así como en la ejecución de un intenso programa de acción pública social.



VENEZUELA AVANZA EN EL DESARROLLO DE SU RECURSO HUMANO


En el año 1998, los hogares pobres representaban 43,9% y los pobres extremos 17,1% de todos los hogares del país. Al cierre del año 2005, la pobreza alcanza el 37,9% y el nivel de pobreza extrema es de 15,3%. Y ha seguido mejorando con base a los resultados al cierre del 2006. Pero todavía más demostrativo es el desempeño del Índice de Desarrollo Humano (IDH), indicador promovido por el PNUD que mide los avances promedio de un país en términos de esperanza de vida, logros educacionales e ingresos reales ajustados. En Venezuela, el IDH se ubicó en 0,6917 en 1998 y para el año 2005 alcanzó la cifra de 0,8144 y así el país pasó de la clasificación de desarrollo humano medio al grupo de los países de desarrollo humano alto.


Así, Venezuela rompe paradigmas obteniendo resultados económicos históricos, con un régimen socioeconómico basado en los valores de la cooperación y la solidaridad en lo interno, y en la complementación en sus relaciones exteriores, promoviendo la iniciativa privada, pero garantizando la creación y justa distribución de la riqueza, y reivindicando la facultad del Estado para racionalizar y regular la economía. Dentro de este contexto socio macro económico, con la relegitimación de Chávez en el poder, Venezuela se apresta para profundizar el proceso de transición hacia un nuevo modelo de sociedad, basado en una nueva economía, un nuevo modelo productivo, con nuevos paradigmas socio culturales y un despertar de la conciencia de las grandes mayorías de los pueblos del mundo, de los cuales Venezuela está llamada a desempeñar un rol preponderante y ejemplar.






Derrumbe del Modelo Económico Neoliberal



El fundamentalismo neoliberal históricamente ha negado la primacía del desarrollo humano integral y la acción motora e impulsora del estado, como actividad esencial de éste, para garantizar una existencia digna y provechosa para la colectividad. Ese desprecio brota substancialmente cuando voceros políticos, analistas económicos y articulistas de opinión se refieren a América Latina y el Caribe como un continente incivilizado, retrógrado y fracasado; cuando precisamente con actuaciones como las del Gobierno de Venezuela, se está rescatando el más básico de los principios de la democracia: El bienestar de las mayorías, quebrando la exclusión y sin rivalizar con el consenso para ordenar la convivencia; pero sí rompiendo con el pacto de minorías selectas usurpadoras de la representación. Por supuesto que esta degradación tan cercana al racismo más violento viene cortejada por la prédica de la incapacidad de nuestros pueblos para discernir autónomamente entre lo bueno y malo y por eso, la masa tendría siempre que ser corregida por la creída sabiduría de la elite mediante la coerción discursiva-mediática, económica y hasta terrorista. Es la misma ceguera que les impide a los profetas de la buena nueva del desarrollo globalizado neoliberal, comprender y querer en lo mínimo a la América Latina y Caribeña de hoy. No en vano se ha dicho que la más letal forma de dominación, es la dominación cultural de los pueblos; que es justamente lo que se ha hecho por parte del imperio norteamericano en Venezuela y América Latina, además de otros países del tercer mundo y del medio oriente, como Irak; y ello, por espacio de décadas, a través de la privatización y desnacionalización de sus recursos naturales básicos, y de la transculturación de sus pueblos, por la vía de la exclusión social, ignorancia, hambre y miseria. Y esto se ha logrado gracias a la imposición de modelos de sociedad basados en los principios de economía neoliberal y modelos de producción de mercado sin acento social.


Sin abundar demasiado al respecto, ya es público y notorio, reconocido unánimemente y a nivel mundial, incluso certificado por los principales centros de análisis e investigación científicos y académicos independientes más reputados del mundo, el rotundo y estruendoso fracaso de las tesis económicas neoliberales.


Así como se cayó el muro de Berlín; la muralla China; la autarquía de la antigua URSS; ............., así también quedó demostrado el rotundo fracaso de estas teorías, como recetas sagradas e infalibles macroeconómicas, cual fórmula mágica perfecta, pretendidas para el desarrollo de los pueblos. Así, quedó totalmente demostrado, sobre todo con el conejillo de Indias de la América Latina, que las economías del continente y del mundo, sobre todo las de países en vías de desarrollo que siguieron estas recetas, solo derivaron en más hambre, más pobreza, más marginalidad, más ignorancia, más dependencia y sobre todo, más exclusión social,........; sencillamente más inhumanidad.


De otra parte, es un hecho la caída del gigante dormido del imperialismo. La economía del Imperio norteamericano deviene en un profundo y sostenido colapso, del cual ya empezó a transitar. Décadas de desajuste fiscal, en aras de insuflar de recursos su industria bélica, en virtud de su afán imperialista y hegemónico; de insuflar su déficit interno mediante el excesivo endeudamiento público; su irracional desempeño en contra de la naturaleza; su daño impune y desvergonzado al medio ambiente mundial y a los ecosistemas; su desmedido afán consumista, cual si recursos como la energía y el agua, fueran permanentes, ilimitados e infinitos;......................., ha llevado a este gigante de pies de barro a su próxima, inminente y estruendosa caída. Que por cierto, muy lamentablemente, traerá consecuencias catastróficas para las demás economías del mundo. Ante un probable colapso del sistema monetario internacional.


Hoy el mundo se apresta a la construcción de un nuevo modelo de sociedad; un nuevo modelo de economía; un nuevo modelo productivo; un nuevo modelo de sociedad global,........................; donde el hombre, sea el principio y el fin de todo hecho económico y social. Vamos hacia una nueva sociedad; quizás hacia un Socialismo Global.


Es por ello, que Venezuela, cual puntal visionario y emergente, de vanguardia y revolucionario, reivindicando su gesta patriótica emancipadora y su glorioso pasado, se encamina con paso cierto y seguro cual puntal de lanza en el tránsito de esta gesta emancipadora de los pueblos del continente, desarrollando su propio y particular modelo de sociedad; sin pretender copiar ó importar otros modelos, como tampoco exportar el propio; .................; sencillamente respetando el sagrado derecho a la soberanía y libre auto determinación de los pueblos, pero haciéndose solidaria y copartícipe de las necesidades y posibilidades de los demás pueblos del mundo, con necesidades y aspiraciones comunes, y sobre todo, con los pueblos hermanos del continente latinoamericano. Promoviendo y gestionando la conformación de un nuevo modelo de sociedad mundial y la conformación de una nueva correlación de fuerzas en el concierto internacional del planeta.






Hacia un Socialismo Global en el continente latinoamericano



En este sentido, América Latina y el Caribe viven un momento estelar en su historia. Es la Hora del Continente Perdido. Esta oportunidad inédita y única de transitar con paso cierto y propio hacia un mayor nivel de desarrollo humano, como antes dijéramos, no se debe sólo ni necesariamente al giro hacia la izquierda democrática que experimenta la región; sino esencialmente debido a que nuestros pueblos están asumiendo irrefrenable e irreversiblemente el papel que la historia les había negado, construyendo conciente y soberanamente sociedades democráticas de avanzada que aseguren a todos el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad. Vamos entonces hacia lo que paradigmáticamente pudiéramos llamar, un Socialismo Global en el continente latinoamericano, con voz y perfil propio.


Los ideólogos de la derecha conservadora aún se regodean en los insensibles y a veces artificiosos indicadores macroeconómicos para escudar el recetario neoliberal que tanto desconsuelo ha sembrado en América Latina y el Caribe. Pero además patrocinan una pretendida inmutabilidad paradigmática que Venezuela rompe obteniendo resultados económicos históricos, con un régimen socioeconómico basado en los valores de la cooperación y la solidaridad en lo interno, y en la complementación en sus relaciones exteriores, promoviendo la iniciativa privada, pero garantizando la creación y justa distribución de la riqueza, y reivindicando la facultad del Estado para racionalizar y regular la economía, pero sobre todo distante de Washington, de su cartilla y de sus apéndices financieros.


Como antes anotáramos, esta oportunidad única e histórica hacia un mayor nivel de desarrollo humano, no se debe sólo ni necesariamente al giro hacia la izquierda democrática que experimenta la región, sino esencialmente debido a que nuestros pueblos están asumiendo irrefrenable e irreversiblemente el papel que la historia les había negado, construyendo conciente y soberanamente sociedades democráticas de avanzada que aseguren a todos el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad.


Dentro de este contexto y con esa clara orientación, libérrima, de vanguardia y soberana, avanza Venezuela en la construcción de un nuevo orden social continental y mundial. Llámese Revolución Bolivariana, Nueva Economía, Socialismo Global ó sencillamente, Socialismo del Siglo XXI, hacia allí se encamina nuestro país y el continente en pleno. Respetando la soberanía y autodeterminación de los pueblos; pero haciéndonos mutuamente solidarios y uniéndonos en pos de propósitos comunes, para solventar necesidades comunes. Así, avanza Venezuela, cual puntal de lanza, utilizando como formidable arma de negociación geopolítica internacional, su recurso energético, el cual antes que prodigarlo, lo ha expuesto como instrumento de intercambio, complementación y apuntalamiento del camino a transitar por todos los países del área en pos de este paradigma común: Construir un nuevo Modelo Social.


Así, con una diplomacia de estado dirigida directamente por el Jefe del Estado venezolano y al mas alto nivel mundial, y por la vía de conformación de alianzas estratégicas en lo político, económico, financiero, comercial, energético, tecnológico, científico, cultural y comunicacional con países del continente, pero también de Asia, África, Oriente Medio, Rusia, China y Europa, con Venezuela a la vanguardia, el continente se apuntala como una gran eje de poder geopolítico – económico – energético – financiero y cultural, capaz de moldear y cambiar de manera determinante y definitiva las relaciones del poder continental y mundial, a partir de ahora y en el próximo tiempo.



Un nuevo Modelo Productivo u otro Pacto Social


Mucha es la gama de temas y el camino a recorrer para el análisis, la investigación, el debate y la reflexión sobre el diseño técnico y conceptual de lo que desde ya se viene llamando Socialismo del siglo XXI, Socialismo Global ó Nuevo Socialismo. Campo abierto para la concurrencia de los diferentes factores vinculantes al hecho político, económico y social en el país. Desde ya proponemos entonces una metodología de trabajo que permita a partir del próximo tiempo organizar, coordinar y dirigir un amplio y exhaustivo debate nacional acerca del modelo de sociedad que se desea construir, dejando sentado en ello, que el país legitimó el mandato de Chávez ratificando su preferencia hacia la conformación de un nuevo modelo social. Definitivamente, una sociedad más justa, igualitaria, equitativa, incluyente y con más acento social.

Cabe preguntarse, entonces, que implica este nuevo Modelo Social?.............,

Un nuevo Modelo Productivo; una Reforma Constitucional; un nuevo Pacto Social ó sencillamente profundizar para ello en la aplicación de los principales postulados constitucionales, acerca de darle más poder al pueblo y hacer que éste cada día asuma por la vía de la organización comunal y de base, la conducción participativa y protagónica de sus propios destinos individuales y colectivos, con la mano rectora y protectora del estado venezolano. (?)



Hacia donde va Venezuela,..........


Dentro de este contexto, Venezuela se apresta a construir su propio modelo de sociedad. De hecho, ya va caminando en ello. El denominado Socialismo del siglo XXI, Socialismo Global ó Nuevo Socialismo es el que vamos a construir en este siglo y nada tiene que ver con los del siglo XIX y XX. Es totalmente nuevo...Suponemos que en el socialismo pleno y extendido mundialmente será posible un sistema económico a la luz de un modelo matemático de igualación de los tiempos de trabajo... Pero no supone igualar el salario de un cirujano plástico con el de un obrero productor de harina precocida de maíz, como propone Dieterich en su economía de equivalencia. Podría caerse en el error del trueque, el mismo que practicaron las economías no capitalistas hace miles de años.

De otra parte, el Investigador Haiman El Troudi, afirma: El socialismo del siglo XXI es democracia sin fin, nunca está todo hecho, está en franca construcción. Las empresas de producción social ofrecen un aporte rumbo al socialismo, pero no todas serán desde un primer momento socialistas. Hugo Chávez las definió como entidades económicas que tienen significado propio, no alienado, auténtico. No existe en ellas discriminación social, ni privilegios en el trabajo.Hay igualdad económica entre sus integrantes, bajo el régimen de propiedad estatal o colectiva. El principal rasgo es que transciendan de algún modo el modelo capitalista, por lo que tienen replantearse el destino de los excedentes, ya no serán para los dueños del capital, sino que deben invertirse en la sociedad.


Ninguno de estos analistas niega que el Estado desempeñará un papel fundamental en el orden económico durante la etapa de transición. Incluso Sanz opina que las empresas de producción social no podrán sostenerse por sí solas, en un mercado capitalista necesitan de la ayuda estatal. Lo que vendrá después pocos se atreven a decirlo, prefieren que se abra el debate, insisten en que este será un proceso abierto. Sólo sabemos lo que no debe ser el socialismo del siglo XXI. No será una economía basada en el capitalismo de Estado, ni un sistema totalitario y cerrado ... No queremos parecernos a Cuba, la isla caminará más bien al modelo propuesto por Venezuela, afirma El Troudi.


Así, diferentes analistas e investigadores sociales, coinciden en que el Estado está llamado a desplegar una estrategia para romper el monopolio en la producción, refiere Sanz. Recomienda impulsar alianzas entre el mediano sector privado productivo y el sector de la economía social. El Troudi refiere que si el Estado incentiva la creación de nuevas empresas, aumenta la demanda y se ataca la concentración económica.


Dentro de esta etapa de Transición, de un Modelo Neoliberal y de Capitalismo de Estado, a un Modelo Socialista Global en Venezuela,................., cuyo lapso de transición puede durar desde 2/3 años hasta 10 años, es decir, toda una generación; las empresas privadas, a conveniencia, podrán adherirse o no a la modalidad socialista, asegura El Troudi. Pero el Estado buscará las formas de incentivar a quienes decidan participar en la economía social. En un texto que adelanta sobre el nuevo modelo productivo este investigador propone que los créditos blancos, los dólares que entrega Cadivi, las exoneraciones de impuestos sólo beneficien a quienes acepten trabajar en estas nuevas condiciones que impulsa el Gobierno.


El Estado viene otorgando incentivos a todos por igual. A partir de ahora las empresas pueden continuar operando con un criterio mercantil. Pero los beneficios del Estado los recibirán quienes decidan asumir cuotas de responsabilidad social, otorgar alguna participación a los trabajadores, abrirse a un proceso de cogestión o incluso orientar su producción a satisfacer necesidades reales de la sociedad para darle en la madre al capitalismo.


De otra parte, coinciden los investigadores, que con la empresa socialista, vale decir, las cooperativas, las empresas mixtas y las empresas de producción social no se podrá hacer crecer la economía. Ellas aportarán 30% al producto interno bruto, pero darán trabajo a muchos. La gran empresa de capital intensivo estatal y privada seguirá sosteniendo la economía venezolana, aunque su aporte social sea muy bajo.


Heinz Dieterich también acepta en su libro Hugo Chá vez y el socialismo del siglo XXI que la economía de la fase de transición tendrá necesariamente un carácter mixto, porque supone que unos seguirán trabajando en una economía de mercado y otros, más avanzados, pasarán al nuevo modelo.


Rodolfo Sanz, dirigente oficialis ta, también coincide. La existencia de un gobierno de orientación socialista no supone ni implica que estemos ya en el socialismo ... En Venezuela existe hoy una transición transformadora de las terribles condiciones dejadas por el colapso del capitalismo rentista neoliberal, dice en el libro Hugo Chávez y el desafío socialista, impreso en julio de este año.


El actual viceministro de Rela ciones Exteriores considera que no se puede aplicar el socialismo con los niveles de ignorancia, hambre, miseria y corrupción que existe hoy. Plantea una recomposición capitalista para luego intentar el salto hacia una sociedad socialista.


Admite que algunos exigían un ritmo más acelerado, un programa de expropiaciones y nacionalizaciones, pero celebra que Chávez comprendiera que todavía están en la etapa de los grandes cambios sociales.


Desde 1999 el Gobierno trabaja, según Sanz, en cambiar la distribución de la renta petrolera para favorecer a las clases más pobres. Acepta que hoy domina más bien el capitalismo de Estado. En esta fase de transición, a pesar del poder económico regulatorio estatal, la economía venezolana continúa dominada por el modo capitalista de producción. Y no nos engañemos, este seguirá por un período largo de esta transición.


CARLOS BARRETO CABALLERO/ porunnuevopais@gmail.com/ DIC 2006

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