lunes, 4 de febrero de 2008

SE CAEN LOS GIGANTES FINANCIEROS DEL IMPERIO


FMI y BANCO MUNDIAL:
SE CAEN LOS GIGANTES FINANCIEROS DEL IMPERIO
Por un Nuevo País:
" Salvemos la patria cubriéndonos de honor; no menos por nuestra prudencia, que por nuestro valor..." (Simón Bolívar, 23/01/1827)


El Banco Mundial y el FMI viven una grave crisis económica y de legitimidad.institucional, ya recurrente y de carácter terminal. La más grave en los últimos 60 años. Desde hace casi dos décadas algunos centros de investigación planetaria, advertían sobre el perverso efecto de las políticas aplicadas por estas instituciones. Demostraron palmariamente como es que sus recetas socio económicas, sobre todo en países africanos y del cono sur y centro américa, lo que habían traido era más hambre, destrucción y miseria para los pueblos.

Internamente, sus pasivos institucionales, producto de tan abultadas nóminas y excesivos gastos operativos, se han hecho cada vez más insostenibles. Y sus préstamos y dudosas transferencias de capital a regímenes dictatoriales, son cada vez menos recuperables. Sin contar el desvarío ético, político, económico y moral que han supuesto estas perversas prácticas financieras. Y todo ello acontece, dentro de un contexto altamente recesivo de la la economía de USA, con un tercer año consecutivo de crecimiento económico negativo, y con un presupuesto armamentista altamente deficitario y perverso para su propio cuerpo social.

Sin embargo, los pueblos vienen despertando. Hay la clara tendencia a quitar la máscara a estas instituciones, y exigirle al Banco Mundial que rinda cuentas de sus actuaciones que, desde hace más de 60 años, golpean la médula social y moral de los pueblos oprimidos del mundo. Práctica común en la histórica de esta nación, quién en nombre de la libertad y democracia, no ha hecho otra cosa que sembrar de hambre y miseria los pueblos mas desposeídos del planeta. .

En tal sentido, hemos de recordar que el Banco Mundial ha utilizado históricamente el endeudamiento con fines geopolíticos al servicio de los más oscuros intereses de los gobiernos de USA. Así lo hizo cuando apoyó sistemáticamente a los aliados del bloque occidental, sobre todo de regímenes dictatoriales (Pinochet en Chile, Mobutu en el Zaire, Suharto en Indonesia, Videla en Argentina, el régimen de apartheid en Sudáfrica, etc.) que violaban los derechos humanos, y desvió sumas considerables, con retornos nulos.

De igual manera, esto se hizo evidente cuando después de la crisis de la deuda de 1982, el Banco Mundial apoyó las políticas de ajuste estructural promovidas por las grandes potencias y el FMI, que implicaron una drástica reducción de los presupuestos sociales, la supresión de las subvenciones a los productos básicos, las privatizaciones masivas, y una fiscalidad que agravó las desigualdades. Aquello fue una demencial liberalización de la economía que expuso a los productoresy consumidores locales a la más perversa y desleal competencia de las multinacionales.

Después de la crisis de la deuda de principios de los años 80, el FMI impuso sin contemplaciones unos programas de ajuste estructural que tuvieron las desastrosas consecuencias para los pueblos del Sur, por todos conocidos. Un círculo vicioso de recortes de los presupuestos sociales y apertura de los mercados a las multinacionales, con la ruina de los pequeños productores locales. En fin, un esquema de dominación hegemónica e imperialista, buscando el dominio económico y social, por vía de la opresión, el hambre, la ignorancia y la miseria de los pueblos.

Por lo tanto, ha quedado harto demostrado que el Banco Mundial ha mantenido una política que reproduce la pobreza y la exclusión en vez de combatirlas, y los países que la aplicaron al pie de la letra se hundieron en la miseria. En África, por ejemplo, el número de personas que sobreviven con menos de un dólar por día se duplicó desde 1981, más de 200 millones de personas padecen hambre y en 20 países africanos la esperanza de vida está por debajo de los 45 años. Todo esto, gracias a las "políticas de apoyo" impuestas por el Banco Mundial y el FMI.


La encantadora divisa del Banco Mundial («nuestro sueño, un mundo sin pobreza») no debe hacer olvidar que fundamentalmente la institución adolece de un grave vicio de fondo: está al servicio de los intereses geoestratégicos de Estados Unidos, de sus grandes empresas y de sus aliados, y es indiferente ante la suerte de la población pobre del Tercer Mundo. Por consiguiente, hay una única solución a la vista: la eliminación del Banco Mundial y su reemplazo en el marco de una nueva arquitectura institucional internacional. Un Fondo Mundial de Desarrollo, en el marco de la Naciones Unidas. El mismo podría estar vinculado con unos bancos regionales de desarrollo del Sur, bajo el control directo de los gobiernos del Sur, funcionando democrática y transparentemente.


Por consiguiente, dado que el FMI ha demostrado ampliamente de su fracaso en términos de desarrollo humano y , dado que es imposible exigirle que rinda cuentas de su actividad desde hace 60 años, hay que exigir su disolución y su reemplazo por otra institución con una gestión transparente y democrática, cuya misión esté centrada en garantizar el cumplimiento de los derechos fundamentales. Es por esto por lo que las principales campañas para la anulación de la deuda a escala mundial han comenzado a tomar cuerpo. Objetivo Inmediato: Llevar a cabo una auditoría completa de las principales instituciones financieras internacionales, con el FMI y el Banco Mundial a la cabeza.

Dentro de tal contexto, Latinoamérica asoma, despertando de su centenario letargo, retomando sus orígenes históricos, a sabiedas de que solo unidos, conscientes y solidarios podremos salir de la opresión y del yugo imperialista. Sin embargo, la pelea es larga y dura. Aún subyacen paradigmas e instituciones que golpean el espíritu libertario y justiciero de nuestros pueblos. La historia nos observa,.....
CARLOS BARRETO CABALLERO/

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