jueves, 12 de junio de 2008

LA POLÍTICA EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO



Por un Nuevo País:
LA POLÍTICA EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO.

“La política es comunicación de ideas al servicio de un colectivo. Todo proyecto político es en esencia, un proyecto de comunicación de masas. En lo sucesivo, cada vez más, el nuevo paradigma político será la transmisión de contenidos por medios de comunicación globales, pero con una actuación local”.


Desde comienzos de los años 80 quedó claro el paso de la sociedad industrial a la sociedad de la información. Este nuevo tipo de sociedad comenzó llamándose “la nueva sociedad de la información” y destacaba por contar con una forma específica de organización social, donde el procesamiento y la transmisión de la información serían las fuentes fundamentales de la producción y productividad.



Casi 30 años después, la era de la informática y de la información globalizada, son los íconos de los nuevos y futuros tiempos. Tanto en la economía, como en la política, en lo social y cultural. Así, sin tiempo de preparación y casi de manera inconsciente, una nueva y envolvente revolución global sitúa el panorama mediático en lo que se ha denominado la "Sociedad del Conocimiento ó Sociedad de la información".



Luce avasallante e irreversible la omnipresencia de los medios de comunicación en la vida de los ciudadanos. Sin embargo, esto ha conllevado múltiples y complejos efectos. Uno de ellos, quizás de los más importantes, la transculturización de las masas ciudadanas (ó de consumidores), aunado a la pérdida de calidad de los contenidos multimedia, y el correspondiente sesgo de las grandes cadenas mediáticas multinacionales.



No obstante, la sociedad de la información vino para quedarse. Su desarrollo será complejo, irreversible e inexorable. Por tanto, este tipo de sociedad implicará el surgimiento de nuevos medios de comunicación de masas y nuevas formas de organización social. Todo ello, como consecuencia de los avances tecnológicos que darán paso a cada vez nuevas tecnologías de la información y de interacción social.



E indudablemente, que esto acarreará nuevas y mejores formas de hacer política, y de cohesionar la gestión pública y social, con el medio y con el mensaje. Nuevas formas de organización social. Nuevos paradigmas societarios. Nuevos liderazgos centrados en el mensaje, unos, en la personalidad otros. También se avizora la dispersión y diversificación global de los mensajes, pero con la comunicación local, como el mayor exponente de descentralización del mensaje.



La comunicación política en la sociedad de la información
Comunicación política ha sido, es y será un concepto lleno de controversia, ambigüedades e imprecisiones que nace con los primeros intercambios que la organización de la ciudad exige a los hombres (relaciones horizontales, relaciones verticales y comunicación política). O, lo que es lo mismo: hablar de comunicación política es aludir a la comunicación que se establece entre los gobernantes y los gobernados. La esfera de lo privado o sociedad civil (los ciudadanos) frente a la esfera de lo público o sistema político.



Entre la esfera de lo privado y la de lo público se establecen comunicaciones y relaciones, que implican información, interés, participación, demandas, apoyos, críticas o control de los ciudadanos sobre el poder político ya que éste responde, a su vez, desde las leyes, los mandatos, las obligaciones, los impuestos, los servicios y la administración.



La comunicación política adquiere, por tanto, una gran importancia que, en parte, debe a la llegada de los medios de comunicación masiva y a los sondeos. Ya que éstos han sido lo que han obligado a los políticos a introducir cambios en su relación con la prensa y a prestar una mayor atención a la opinión pública.



El político y el nuevo ciudadano,…
En los últimos años se están produciendo una serie de cambios respecto de los métodos tradicionales de movilización de la opinión pública, de actuación de los medios de comunicación, y del papel de los políticos. Alejandro Muñoz Alonso, profesor y político español, dice que « la política depende ahora más que nunca de los medios y, sobre todo, de la televisión »



Es más, ciertos pensadores ven en las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, la ocasión para relanzar la participación ciudadana en las decisiones que a todos afectan. Si las relaciones entre los gobernantes y los gobernados han estado ligadas a la prensa hasta la llegada de la televisión ¿qué ha ocurrido o puede ocurrir con la llegada de Internet y de otros avances tecnológicos en materia de comunicación?



Además, hay que decir que, a pesar de la creciente penetración de estas nuevas tecnologías, el impacto de las mismas en Europa, como en el continente centro y sur americano, no ha tenido la fuerza de lugares como Norteamérica. Donde, incluso, ha sido tomada como referencia para definir a una especie ciudadana que se mueve al ritmo de las nuevas tecnologías y que no puede vivir sin el ordenador: El cibercitizens. Un ciudadano “hiperconectado día y noche, incapaz de distinguir entre el trabajo y la vida, casado con su stock options y empeñado en buscarle a todo un valor añadido”.





POLÍTICA, CONECTIVIDAD Y MULTIMEDIA
Definitivamente, la Internet y la telefonía móvil ofrecen, por tanto, la posibilidad tecnológica de establecer el debate de ciudadano a ciudadano, de grupo a grupo (incluidos, naturalmente, los partidos políticos, las asociaciones y sindicatos), sin límites de espacio o de tiempo. La ideología contemporánea se caracteriza por la instantaneidad.



Internet y la telefonía móvil rompen los esquemas de la comunicación política vertical, y por eso dan pánico a los Gobiernos y suscitan la desconfianza de partidos (aunque estos últimos intenten, ahora, hacer llegar sus mensajes a través de esta herramienta e incluso se baraje la posibilidad de votar a través de Internet.



Internet y la telefonía móvil posibilitan una rapidez de actuación difícil de conseguir por los cauces tradicionales, de ahí que los partidos políticos, hayan estado enviando constantemente mensajes y órdenes de actuación a sus seguidores más activos. Ahora, en virtud de la conectividad, la comunicación es, no sólo más rápida, sino más directa con lo que la efectividad es mayor.



HACIA DONDE VAMOS:
Entonces, si la tecnología está, si la voluntad política parece que existe y si los ciudadanos están dispuestos a entrar en este nuevo juego; nos preguntamos: estaremos, entonces, en la comunicación política de las sociedades de la información?



Entonces, lo que necesitamos es conseguir una mayor accesibilidad a esas herramientas que facilitan la transmisión de la información y que, al mismo tiempo, permiten la participación inmediata de los receptores. ¿Cómo? Eliminando las barreras que pueden estar obstaculizando el asentamiento en nuestras vidas y en el hacer político de Internet y de la telefonía móvil, entre otras tecnologías. Ello es así, porque lo que nadie puede negar es que estos cambios en la comunicación política han hecho posible una nueva forma de participación directa del pueblo, virtual e interactiva.



Respecto a la telefonía celular, podríamos decir que a nivel global, un tercio de los habitantes del planeta usa teléfono móvil o celular (UNCTAD, 2006). Lo anterior no hace sino demostrar que el teléfono móvil ya es un medio de comunicación al que nadie está dispuesto a renunciar gracias al mundo multimedia.

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