Por: María Cecilia Fernández
En entrevista con Raúl Zelik [3], comentabas que las actuales subjetividades políticas venezolanas no tienen nada en común con los actores políticos clásicos de las sociedades occidentales. ¿Quiénes son esos nuevos actores? Y ¿en qué momento histórico surgen?
- Cuando en los años 60 comienzan a formarse los grupos de insurgencia, éstos incorporan políticamente a sectores que siempre estuvieron ausentes de lo que fue la participación política formal. Ese fue un movimiento que, en términos masivo, fue muy escaso; sin embargo comenzó a gestar una cultura política de autoorganización y de radicalización de la lucha popular con programas de liberación, incluso con un lenguaje socialista. Esto creo una cultura radical muy importante que jugó un papel movilizador en los años 70 y en los años 80, con la decadencia de los movimientos armados, dejó la semilla básica para que esos movimientos se transformen en movimientos urbanos, ya muchos más masivos: movimientos estudiantiles, algunos movimientos campesinos y obreros que se convirtieron en agentes muy fuerte de rebelión y subversión social en el país.
- Podríamos dividirlos en dos grandes franjas. Hay, lo que yo llamo “movimiento popular administrado” que es un movimiento que se genera directamente de la propia influencia del gobierno a través de las políticas sociales; a la ver políticas sociales masivas como son las Misiones, éstas generan fórmulas de organización que desde su misma constitución quedan anexadas a una dinámica de interacción directa con el Estado y de dependencia del Estado.
Hay muchísimo debate y la figura de Chávez por su puesto es una figura inspiradora, pero al mismo tiempo de contención. Chávez juega, al mismo tiempo, el buen y el mal papel porque inspira la movilidad de estos movimientos, su capacidad organizativa de autogobierno, su horizonte libertario socialista, pero los contiene porque es, al mismo tiempo, una figura de estado.
También comentabas que en los años 90 varias corrientes movimentistas venezolanas empezaron a pensar más en la construcción de “campos de hegemonía” que en las formas clásicas de organizaciones política. ¿A qué te referís con el concepto “campos de hegemonía”?
- En el caso nuestro que constituimos una corriente que conjugó –creo yo- un papel muy importante en la articulación y la construcción de un discurso propio de los movimientos populares, utilizamos mucho el concepto de “hegemonía” de Antonio Gramsci; éste hace referencia al combate de las ideas en espacios prácticos concretos: en la cultura, en la educación, en la comunicación, en la creación de conocimiento, en las dinámicas escolares, que van contraponiendo prácticas alternativas totalmente distintas y radicalmente contrarias con las dinámicas propiamente “microfísicas” del poder que no solamente son el Estado y la sociedad.
- En los años 90 se generaron, desde el núcleo de los movimientos populares de barrio, formas de autogobierno de las aguas, de la luz, de la tierra. De estas formas de autogobierno internas se genera el proceso por la Constituyente que generó normativas extra-sistemas o alternativas al sistema de leyes con el fin de generar alternativas comunitarias distintas. Estamos hablando de movimientos cimarrones -negros-, movimientos ecuménicos -religiosos-, movimientos artesanales, movimientos indígenas, movimientos de investigación-acción -en el campo universitario-, movimientos pedagógicos de educación popular y también de cuestionamiento al aula.
¿Se ha dado alguna experiencia de autogestión de los recursos -económicos y humanos-?
- Ahorita se dio un paso importante en lo que son los “consejos comunales”; es todavía parcial pero los “consejos comunales” son ya formas de autogobierno que son ley para el Estado y el Estado está obligado a descentralizar recursos y ubicarlos directamente en manos de estos “consejos comunales”.
Es decir que los recursos los manejan directamente los vecinos organizados a través de los consejos comunales. ¿Este tipo de proyectos de descentralización en la toma de decisiones tiene algún tipo de relación con el modelo de presupuesto participativo aplicado por el PT en Porto Alegre, Brasil?
- No. Esto va mucho mas allá. El presupuesto participo simplemente es la participación en la discusión de lo que va a hacer la gestión del presupuesto local. Aquí estamos hablando de una apropiación de los recursos de estado por parte de los movimientos populares. Eso todavía es un campo muy pequeño.
Concretamente, en esa zona sigue habiendo empresas trasnacionales que manejan la extracción de metales y piedras preciosas.
- La minería en oro, diamante, carbón, y ahora con los nuevos contratos petroleros donde hay una participación muy importante de las empresas privadas que se anexan al centro de la producción estatal de PDVSA. En definitiva, una como la otra manejan una lógica capitalista de acumulación. Aquí no se creado ningún paraíso.
Lo que me resulta interesante de la experiencia venezolana es el surgimiento de los medios comunitarios que, trabajando sobre lo local, se están articulando en red a nivel nacional. [5] De esta forma, los medios locales y barriales comunican una gama amplia y múltiple de sujetos y realidades sociales que no son aprensibles desde la lógica centralizada, jerárquica y homogeneizante de los medios masivos de comunicación. Además, los medios comunitarios no sólo hablan sobre las diferentes realidades, sino que son las diferentes realidades que hablen por sí misma, ya que son las propias comunidades barriales las que producen sus propios medios de expresión y comunicación: radios, boletines, prensas, páginas web y, recientemente, los equipos de video comunitario y las emergentes televisoras comunitarias.
- Si, aunque esto también tiene sus límites porque los propios medios comunitarios tienden a reproducir el esquema de los medios públicos de estado: en la información que dan, en el tipo de entrevistas que hacen, etc. porque todavía falta muchísima experiencia. Hay un aprendizaje colectivo que tiene que desarrollarse. Esto no es un problema de programas, ni de grandes manifiestos.
Es claro que Venezuela está en un situación internacional muy favorable por ser el quinto exportador de petróleo en el mundo y el segundo en importar a Estados Unidos. Pero el paradigma con que se piensa la economía del proceso revolucionario bolivariano no dista de ser una economía capitalista, en este caso de estado. Entonces, ¿cuál es el modelo de economía que el gobierno de Chávez está impulsando?
- En el gobierno hay una lucha de tendencias y de corrientes muy fuerte. Hay una tendencia muy conservadora que algunos compañeros hay llaman “chavismo sin Chávez”, pero ahora más correctamente lo llaman “chavismo sin socialismo”; o sea es un chavismo utilizando el influjo caudillista, el mesianismo del líder, pero simplemente para construir un nuevo aparato, una nueva élite política que dirija el país, con una fórmula muy clásica capitalista, quizás mas nacionalista con una importancia de grandes empresas de estado y menos anexada a los modelos clásicos neoliberales.
Observé en mi estadía por Venezuela la creación de nuevas empresas desde el estado para ser co-gestionadas con los trabajadores.
- Si. El Estado se está convirtiendo en un aparato capitalista colectivo.
¿Aquellos movimientos sociales que buscan superar estas relaciones de acumulación capitalistas, como viven esta situación interventora del Estado en la producción?
- Es todo un problema de poder. Aquí está planteado el problema del poder abiertamente; pero no es el problema del poder clásicamente visto de quién es el presidente o quién es el diputado, es el problema de quién controla el espacio, quién controla los recursos, quién controla la maquinaria.
Este problema abierto, ¿se discute en los movimientos?
- Si. La discusión está totalmente abierta y es el gran dilema de los movimientos populares todos los días; o sea, es el dilema de quién controla frente a quienes intentan monopolizar el control de los espacios concretos, de los valores de uso de los recursos de esta sociedad.
Pero, también hay un gran miedo, un gran conflicto dentro de la propia generación de los movimientos populares porque los movimientos populares se generan masivamente, se multiplican masivamente, no son simplemente fruto de un pequeño grupo político de vanguardia que los produce, entonces los movimientos tienden a su vez a ser controlados por los partidos políticos de gobierno que juegan el papel de mediatizadores de todo ese procesos.
Entonces, viene primero un conflicto con el Estado, como estructura, como aparato y en segundo lugar con los agentes políticos de ese estado que son los partidos políticos. Y dentro de esos partidos políticos también existen corrientes, como lo existen en la Fuerzas Armadas. Entonces, existe una crisis institucional fabulosa, que ojalá se profundice.
Esta situación no te permite hacer un juicio homogéneo de nada. Por ejemplo, tu no puedes decir que el Ministerio de Salud tenga un política homogénea entres sus directivos. No, ahí hay corrientes internas, igual que existe en cualquiera de las instancias de las Fuerzas Armadas; hay altos oficiales, de coroneles e incluso de generales que no creen en el mando militar de la defensa territorial, que lo que están buscando es un puente con los movimientos populares en función de garantizar un mando popular de las armas; en otras palabras el ejército del pueblo.
Entonces, eso es una parte, puede ser pequeña, pero es síntoma de la propia crisis que se está viviendo dentro de las Fuerzas Armadas. Entonces, aquí todo está polarizado. No es un problema de polos simplemente chavistas y anti-chavistas; dentro del chavismo a su vez se reproduce una inmensa polarización y que también incluso toca a algunos sectores de clase media -que en su inmensa mayoría, por supuesto, son profundamente conservadores y reaccionarios- y que se anexan muy rápidamente a lo que son las tendencias anti-bolivarianas; pero hay ciertas fracciones incluso de la clase media, básicamente profesionales y algunos lugares de la universidad que están dentro de las dinámicas auto-formativas y auto-organizativas.
Esta es una sociedad de 24 millones de habitantes y estamos hablando que esa dinámica progresiva de nuevas organizaciones, nuevos valores, de nuevas prácticas toca alrededor de unas 2 millones de personas. O sea estamos hablando de un 10% de la población en su conjunto. Es decir, estamos diciendo que el 90% o el 85% de la población real está por fuera de esta dinámica y simplemente queda como población esclava del sistema capitalista.
Entonces, también hay que relativizar lo que estamos diciendo. O sea que a la hora de la chiquita tu puedes ver fenómenos políticos extraordinarios, de que por ejemplo tu vas a una asamblea popular y ves dos mil personas, y te parece extraordinario. Y esas dos mil personas están dentro de un universo de barrio que constituye un millón de personas.
La izquierda por ser siempre el polo minoritario, de la esperanza, de la utopía, por ser la que tiene que generar el sacrificio, la que tiene que romper, lo que tiene que inventar un nuevo mundo, evidentemente tiende a ser minoritaria. Entonces, apenas surge un fenómeno que tiende a anexar población, a anexar número de gente inmediatamente se produce una mistificación de este proceso, minoritario, que parecería cubrir todo el país.
Y no es así. Aquí hay muchísima pobreza, la pobreza es terrible, los niveles de marginalidad, de indigencia, de desempleo, de exclusión en general son terribles. Y eso sigue reproduciéndose, y las Misiones contiene de que eso no se sigua reproduciendo; pero, olvidate, el aparato capitalista es más fuerte que las Misiones.
La lógica capitalista hace que la gente no encuentre donde incluirse, porque no hay trabajo, porque no hay escuela, porque no hay servicios, no hay viviendas, porque no hay aquello que necesitas para reproducir la vida dignamente. Entonces, crea campos de exclusión y en esos campos de exclusión se generan a su vez pequeñas zonas de liberación que son muy interesantes.
Entonces estamos hablando ya de muy abajo. Incluso con la economía informal, lo que nosotros llamamos “las comunidades nómadas”, estamos hablando de algo que desde muy abajo empieza a surgir.
¿Cómo se ejerce la acción política desde el campo popular venezolano, frente a una situación de marginalidad y exclusión de la mayoría de la población a ciertos derechos sociales básicos como son el trabajo, la educación y la salud?
- Nosotros tenemos una metodología que llamamos INVEDECOR [6]. La práctica política es investigar, formar, educar, comunicar y organizar. Ahora podríamos agregar producir. Esa es la práctica política. En cada uno de estos campos, creando conocimiento, según métodos y razones completamente contrarios a lo que es la producción de conocimiento desde la producción del capital.
Igualmente en el campo de la formación, acabar con el aula, acabar con el monopolio del conocimiento, generar diálogos de saberes. En el campo de la comunicación tenemos todo un reto para acabar con los terratenientes mediáticos, en todas sus fórmulas y el imperialismo mediático. Organizar, desde todas las formas y referencias incluso, las culturales.
Los referentes culturales no son solamente identidades tradicionales, fijas; no solamente la identidad de la mujer, del negro, la étnica, sino también las nuevas identidades que están surgiendo como el caso de las urbanas.
Y, finalmente, el hecho de producir comunidad autogestionaria, producir en red autogestionaria. Si no se puede, por lo menos en una democrática co-gestión con algunas instancias de Estado. Producir fuera de los parámetros de la división social del trabajo capitalista.
Y, finalmente por supuesto emplazar al Estado en todas sus fórmulas. Incluso, poder participar dentro de la institucionalidad estado. Perfectamente se puede participar y se pueden generar allí debates, o sea, incluirse en la propia crisis institucional y tratar allí de generar campos de hegemonía también. Pero lo fundamental no está allí, por supuesto.
El Estado de alguna manera está agotado para poder seguir impulsando cualquier forma de transformación. El Estado en la medida que avance este proceso se vuelve cada día más contrarrevolucionario. Estructuralmente contrarrevolucionario. Entonces, lo que necesitamos son fórmulas de poder real; o sea no estamos hablando simplemente de movilización social sino de la luchar por el poder; un poder no burocrático.
REVOLUCIÓN DENTRO DE LA REVOLUCIÓN.
¿qué significa la actual expresión popular, “Hacer la revolución dentro de la revolución”?
- Necesitamos quebrar permanentemente todas las estructuras que eviten que halla revolución. Aquí no le estamos pidiendo al gobierno que se convierta en el gobierno revolucionario -algunos podrán todavía reivindicar ese tipo de premisa muy clásica de buscar un estado revolucionario o un gobierno socialista- pero, al menos, muchas corrientes ya no creemos en eso.
Entonces, ahí está el tema del aprendizaje permanente y que tenemos que estar muy pendientes de que ese aprendizaje en efecto se haga, porque mucha gente se queda congelada dentro de sus a priori ideológicos y cree que ya sé las sabe todas. Aquí hay que aprender todo los días.
¿Cuál es el proyecto que se propone desde el Proyecto Nuestra América-13 de Abril?
- Nosotros, ahora, estamos tratando de impulsar una campaña que se mueva sobre el tiempo electoral, apoyando a Chávez -nosotros no tenemos ningún problema de decir que Chávez es una figura muy necesaria en este momento y que juega un papel divulgativo muy importante- y que apoye la campaña oficial de los “10 millones”; pero el papel de nuestra campaña es fundamentalmente dialogante, articuladora y lugar de síntesis para poder construir un programa común de transición.
Lo que hemos llamado el “Programa autónomo de transición”. Con el fin de que el año próximo -más allá de las elecciones- podamos empezar a concretar lo que sería un carta común de lucha y de programa socialista de grandes espacios de organización popular. Ahora tenemos que ver, si hay la madurez suficiente como para lograrlo.
Todavía no lo sabemos; tenemos que lanzar la campaña para saberlo y esa es la campaña “Por todas nuestras luchas”. En este momento contamos con la participación de movimientos comunicacionales, obreros, campesinos, de pobladores, urbanos que están a favor de la campaña, y a favor de generar las conferencias para que esa campaña logre un acuerdo, ya político, para lanzarla y organizarla.
[1] Autor de Los Fabricantes de la Rebelión (2002) y Rebelión en proceso (2005).
[2] Mas información sobre PNA-M13A: http://www.aporrea.org/actualidad/a5423.htm; http://www.aporrea.org/ideologia/a20250.html
[3] www.raulzelik.net/textarchiv/espanol/denis-esp.htm
[4] Las misiones son programas gubernamentales de asistencia social en salud, educación, producción, tecnología y ciencia destinados a los sectores populares. Para mayor información: http://www.gobiernoenlinea.ve/miscelaneas/misiones.html
[5] ANMCLA (Asociación Nacional de Medios Comunitarios, Libres y Alternativos) es una asociación autónoma que nuclea a más de 250 medios independientes en prensa, radio y TV en todo el territorio venezolano. Para mas información: http://www.medioscomunitarios.org/
[6] Método de investigación-acción que sintetiza dinámicas de transformación social comprometidas con la ruptura de las prácticas y estructuras de dominación. La investigación se asume como un proceso cultural transformador asociado al conocimiento de la realidad para su transformación, a partir de las potencialidades locales, la educación liberadora, la comunicación de experiencias y saberes comunitarios y pedagógicos. La fusión de estos horizontes investigativos e interpretativos se expresa en Venezuela con la propuesta metodológica desarrollada desde los ochenta con la corriente por el cambio social y muy especialmente por Carlos Lanz Rodríguez; además de los aportes de Fals Borda y el movimiento pedagógico colombiano.
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